21 febrero, 2025

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Zdisław Beksiński

Sueños Tenebrosos

Nació el 24 de febrero de 1929 en el pueblo de Sanok, al sur de Polonia. Estudió arquitectura en Cracovia. Trabajó en el rubro de la construcción e incursionó en la creación experimental de esculturas hechas con plástico y metal. Abordó la fotografía y el fotomontaje inspirándose en el surrealismo francés y planteó diversos temas que retomaría en su propuesta pictórica futura. 

Su primer acercamiento a la pintura fue por medio del arte abstracto. Pese a carecer de la instrucción básica para denominarse artista, Beksiński se aventuró en el proceso creativo al experimentar con la pintura acrílica, realizó diversas obras con pintura al óleo. Su composición visual involucró un diseño de luces cuyas sombras provocaban un efecto sensorial siniestro.

A partir de 1960, Beksiński adquirió notoriedad en el ámbito artístico. Osciló entre dos estilos, por un lado, desarrolló un realismo fantástico: imágenes distorsionadas en un escenario delirante; por el otro, un plano abstracto de estricto formalismo: el significado de la obra, se encuentra dentro de la obra misma. 

Beksiński consideraba que la información vinculada con el proceso creativo como eran el planteamiento conceptual, el móvil emocional, el objetivo estético o la vida personal del autor, eran nimiedades que afectan la obra, razón por la cual, ubicaba su trabajo en un género que él mismo calificó de barroco / gótico, pues varias pinturas estaban saturadas de elementos visuales y otras, carecían por completo de iluminación. 

En 1964, durante una exposición en Varsovia, se vendieron todos sus cuadros. A partir de entonces, se dedicó por completo a la pintura, y desarrolló esta actividad, acompañado por música clásica, dado que le incomodaba el silencio inmerso en el proceso creativo. En poco tiempo, se convirtió en una figura representativa del arte contemporáneo polaco. 

A finales de dicha década, incursionó en un periodo fantástico cómo solía llamarlo él, que se prolongó hasta mediados de los ochenta. Durante dicha etapa, plasmó un inquietante mundo postapocalíptico y enfatizó paisajes surrealistas, dantescos con un asombroso nivel de detalle.

Pese a su fructífera creatividad, a finales de los setenta, antes de mudarse a Varsovia, quemó varios cuadros suyos, sin registrarlos antes de manera fotográfica, pues decía que “el material destruido no era digno de exponerse al público”. 

Por esa época, el abogado polaco, Piotr Dmochowski asistió a una exposición de Beksiński, asombrado por su obra, comenzó a rastrear al artista. En 1984, se convirtió en su principal promotor y comerciante. Beksiński se comprometió a crear 12 cuadros al año, aunque a veces rebasaba la cantidad. Con dicho material, Dmochowski organizó numerosas exhibiciones en Francia, Bélgica, Alemania, Estados Unidos y Europa Occidental.

En el último lustro de los ochenta, se manifestó una fase de transición para Beksiński, pues sus obras adquirieron gran fama, no sólo en Francia, sino también en los distintos puntos de exhibición elegidos por Dmochowski. 

En ese tiempo, Beksiński, trabajó en imágenes semejantes a esculturas con una limitada paleta de colores; con este estilo, su obra daba la impresión de ser un denso bosquejo con líneas opacas deslucidas y una moderada carga de intensidad. Carecían de la majestuosidad de aquellas que formaban parte de su periodo fantástico

A partir de 1989 hasta 1996, en la calle Quincampoix, ubicada en el corazón de París, la Galería Dmochowski expuso una profusa colección con obras y dibujos de Beksiński. Dado que Dmochowski se consideraba un gran fan decía ser capaz de vender las obras de Picasso que antaño obtuvo, con tal de comprar la obra completa de Beksiński para exponerla en su galería. 

En 1990 el museo de Osaka adquirió 60 obras de Beksiński para una exposición permanente. Cuando dicho museo cerró sus puertas, los cuadros de Beksiński fueron reubicados en distintos museos japoneses.  

En 1994, se rompió el acuerdo entre Dmochowski y Beksiński, que colocó su obra en diversas galerías de Polonia. Pese a sus diferencias, mantuvieron contacto por correspondencia entre 1999 y 2003. La cual, se concentró en un libro publicado en 2017 por la editorial polaca MD. 

Desde finales de los noventa hasta sus últimos años, se enfocó en desarrollar imágenes manipuladas; fascinado por los programas de computadora, comenzó a crear cuadros digitales sin necesidad de utilizar un pincel o pintura.


“Deseo pintar de la misma forma como si estuviera fotografiando los sueños”.

Aunque las obras de Beksiński eran sombrías, él solía conversar de manera agradable con la gente, tenía un ingenioso sentido del humor, era humilde y tímido. Afirmaba que la música era la fuente principal de su inspiración. No consideraba la obra de otros artistas, la literatura o al cine como influencia directa de su trabajo pictórico. 

Evitaba los eventos públicos, nunca asistía a las inauguraciones de sus exposiciones, pues consideraba que su propuesta era indescifrable, por lo que procuraba en lo posible, no ceder a la curiosidad de los espectadores para descifrar el significado de sus cuadros o explicar las razones que lo impulsaron a usar una amplia gama de grises, sin recurrir a otros colores. 

Acorde a lo anterior, Beksiński se rehusó a titular sus obras y dibujos, abogaba por la libre interpretación del público. Protegía su obra de los críticos de arte que la calificaron de manera negativa al ejercer juicios superficiales sobre un contenido que llamaron “inquietante”, aunque Beksiński aseguraba que su propuesta visual era optimista, incluso humorística. 

El 21 de febrero de 2005, Zdzisław Beksiński fue asesinado en su departamento en Varsovia.

El legado de Beksiński se encuentra en su obra pictórica que, sin duda, provoca distintos tipos de reacciones en el público alrededor del mundo, desde asombro hasta rechazo.

En su pueblo natal, se encuentra una casa museo que está abierta al público. En 2006 se inauguró el Museo Beksiński en la ciudad polaca de Czȩstochowa, donde se encuentran 50 pinturas y 120 dibujos de la colección privada de Piotr Dmochowski quien fuera su mayor portavoz en Europa. 

Y en el desierto de Nevada, Estados Unidos, se encuentra una Cruz Beksiński en forma de T. 

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